La antigüedad de Talveila,se remonta al nombre de origen céltico/pelendón ( siglo VI a. C. ).
En realidad, para hablar con cierta seguridad sobre Talveila hay que dar un importante salto en el tiempo y situarse en la etapa de la repoblación. Concluida la conquista de la cabecera del Duero, mediados del siglo XI, empezó el proceso repoblador de esta zona y con él la instauración de un sistema de gobierno,
La Comunidad de la Villa de Cabrejas y su tierra que afectó directamente a Talveila.
En este marco jurídico/territorial quedaron englobados, además del que fuera su eje: la Villa de Cabrejas, otros cinco núcleos: Abejar, Muriel de la Fuente, Muriel Viejo, Cubilla y Talveila.
Sin poder precisar cuándo ni cómo, en el siglo XIV todo este territorio y consecuentemente Talveila, era ya del Obispo de Osma. Bajo el "señorío " eclesiástico permaneció hasta las postrimerías del siglo XVI en que la antigua Comunidad se escindió para caer, parte de ella, en otro dominio: el de Juan Alonso de Vinuesa .
Esto les ocurrió a los dos Murieles, Cubilla y Talveila; no así a Cabrejas y Abejar que lograron zafarse de ese mando. Hasta la disolución del régimen señorial esta fue la suerte de Talveila y la de las tres villas acompañantes,conjunto a las que se le decía "La Merindad de Solpeña".
Pero si alguna notoriedad en particular tuvo esta pequeña Villa no fue por lo hasta aquí dicho, sino por su recurso principal: la madera, o si se prefiere el modo en que supo sacar provecho de sus pinares. Todo desde la dedicación mayoritaria de sus gentes a la carretería pasando por lo que sus carretas porteaban, las construcciones que hacían hasta el disfrute de la afamada "suerte de pinos".
A los habitantes de Talveila se les llama Talveileses y se apodan los sogaños.